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miércoles, 28 de octubre de 2015

5 consecuencias de ser un pagafantas.

"Pagafantas" es un término usado en España para referirse a los hombres arrastrados y serviles, sujetos que desperdician su tiempo y dinero para conseguir la compañía o amor de una mujer por la que sienten interés. El término "pagafantas" es español, pero poco a poco va formando parte del vocabulario de otros países hispanohablantes debido al incremento y comprensión de esta epidemia.  

Un "pagafantas" muchas veces es el típico buen chico de noble corazón que, debido a su pagafantismo, genera estos problemas:


1- Pérdida de dinero.

Es habitual que muchos pagafantas gasten el dinero obtenido por el esfuerzo propio o de sus padres en una mujer que no conocen. Aquí entran las típicas escenas de discotecas y bares en donde los hombres invitan tragos a chicas desconocidas para intentar ligarlas. Para colmo, muchos individuos creen que solo con eso ya se ganaron a la mujer o, lo que es peor, que solo hace falta invitarles otras cosas más tarde.

Los chicos atractivos y los artistas de la seducción rara vez recurren a estos gastos absurdos, con su físico y/o labia pueden, como mínimo, conseguir cierta correspondencia de la chica. Por desgracia, un pagafantas comúnmente no tiene éxito en su cometido, y va de mesa en mesa y de antro en antro probando suerte e invitando tragos. Por eso no es extraño que muchas chicas vayan sin un solo centavo a estos lugares, porque se saben beneficiadas por el pagafantismo.

Ahora, no es necesario que el pagafantas sea un bohemio ni fiestero para botar penosamente el dinero, ni que la chica sea una desconocida. En ámbitos más tranquilos y personales ocurre algo parecido pero más patético: el pagafantas gasta en una chica que sí conoce y que le interesa, ya sea con obsequios o invitaciones a salir. La mujer, lejos de corresponderle o de cortar la pagafanteada, saca provecho de la misma y la estira sin remordimientos.

2- Pérdida de tiempo.

Quizá eso es más terrible que el dinero desperdiciado en alguien a quien no le interesas. Los más de los hombres que van a una discoteca lo hacen para ligar aunque no tengan aptitud para hacerlo, y eso es tiempo invertido infructuosamente. También lo es estar detrás de esa chica que no te corresponde pero que bien se aprovecha- quizá sin ser muy consciente de ello- de tus atenciones. 

El hecho de que los pagafantas no logren comprender esto y sigan desperdiciando su tiempo en lugar de buscar a otra chica o cultivarse a sí mismos, es prueba de que el pagafantas naturalmente no vislumbra su pagafantismo. Sin duda es lo más penoso del asunto.


3- Residencia indefinida en la "friendzone".

Cuando tu madre y tu abuelita te dijeron que las mujeres adoran a los hombres con actitudes caballerosas, tal vez olvidaron decirte que con "adorar" no se referían precisamente a amar o a sentir atracción, sino simplemente a caer bien (amistad). Por otro lado, quizá también olvidaron advertirte que una cosa es ser amable con una chica y ayudarla a cargar paquetes pesados, y otra muy distinta es andar detrás de ella atendiéndola hasta el punto de subirla en un pedestal, cuando ni siquiera es tu novia.

Un hombre no siente atracción ni se enamora de una mujer porque esta le cocine rico o sea amable. De la misma forma, una mujer no se siente atraída ni se enamora de un hombre porque este sea exageradamente atento todo el tiempo, sino porque, a parte de un mínimo de atractivo, percibe una "personalidad interesante". De ahí que ellas se fijen en tipos que no necesariamente les brindan atención alguna, sino que a veces son indiferentes o incluso "malos".  

4- Pérdida de dignidad.

Es inevitable sentir impotencia y verguenza ajena al ver lo bajo que cae el pagafantas: invita tragos a mujeres que no conoce y que para colmo no le hacen caso; es el eterno "mejor amigo" y le dedica exagerado tiempo e interés a una chica que nunca le corresponde ni le corresponderá, etc. El tiempo y dinero que desperdicia bien le servirían para crecer materialmente como persona, pero no, lo usan a costa de su propio desarrollo, orgullo e incluso dignidad. 

5- Contribución al desmedido ego femenino, a una mayor desesperación del género masculino y al desarrollo de más pagafantas.

Imagina por un momento que sales a la calle y que varias chicas te miran al pasar a tu lado; que subes una foto pública en Facebook y recibes likes de todas tus contactos e incluso de chicas que no conoces; que te abres un perfil en Tinder y otro en Badoo donde te llueven los matches y mensajes aunque no seas muy guapo; que vas a un bar sin dinero y que las mujeres te invitan tragos con la intención de que les des un beso o las lleves a la cama, etc. 

¿No se te subiría el ego hasta los cielos? con tantas ofertas sin esfuerzo ¿no te volverías mucho más selectivo y exigente a la hora de corresponder a una mujer? ¿no rechazarías a muchas puesto que hay mujeres más guapas e interesantes que se te pueden acercar? Y ellas, con tantos hombres selectivos, exigentes y sin reparos para rechazarlas ¿acaso no se volverían más desesperadas? ¿acaso no se exigirían más a sí mismas? ¿acaso mantendrían altísimas expectativas y se darían el lujo de rechazar hombres? ¿acaso su desesperación no las haría caer en el pagafantismo?

Ya, ese mundo de cortejo, sexualidad y pagafantismo que te acabas de imaginar, es el mundo en el que pueden vivir la mayoría de mujeres que tienen cierta vida social y nocturna, además de cierto grado de atractivo aunque sea casi nimio. Ya quedó todo bastante claro y no es necesario extenderse más en este último punto. Si eres un pagafantas, deja de serlo; si conoces a alguno, compártele este texto.

No, no solo a españolas, sino a cualquier mujer del mundo occidentalizado. 

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